Es habitual que un determinado empleado precise comunicarse con la empresa en la cual desempeña su trabajo de fehacientemente. En anteriores entradas, analizamos la importancia de reflejar muchos tipos de comunicaciones de forma fehaciente.
El matiz reside en que al realizarlo de esta manera nos aseguramos que, tanto la fecha y hora de la comunicación, como el contenido de la misma y el resultado de la entrega al destinatario queden registrados de forma total y absolutamente fidedigna.
Cuando dejamos constancia fehaciente de la comunicación, tenemos la seguridad, tranquilidad y certeza de que podremos utilizar dicha prueba documental si fuese preciso.
Por ejemplo, un caso práctico y real, sobre el que se ha sentado jurisprudencia, accesible desde el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), es el de 23 trabajadores de la empresa Uralita S.A.
El Juzgado de lo Social número 15 de Madrid ha condenado a la empresa Uralita S.A. a pagar 1.727.000 euros a 23 trabajadores de sus fábricas de Getafe y Ciempozuelos. El motivo de dicha indemnización es, entre otras, "no adoptar las medidas de protección necesarias" contra la exposición y la inhalación de amianto; como resultado de dichas actuaciones por parte de Uralita S.A., desgraciadamente la salud de estos trabajadores resultó gravemente perjudicada.
Según la
sentencia condenatoria con nº 71/12 a
Uralita S.A. (que pueden descargar desde el siguiente
enlace del portal del CGPJ) la gran mayoría de los empleados que sufrieron las consecuencias de la exposición e inhalación de amianto, presentaron reclamación mediante burofax para dejar constancia de los hechos acaecidos y de la reclamación efectuada previa a la demanda civil.
Con esta actuación, el remitente del burofax (el empleado y/o sus familiares), pudieron valerse del burofax como medio de prueba documental según lo dispuesto en la LEC (Ley de Enjuiciamiento Civil) sin que el destinatario del burofax (Uralita S.A.) pudiese alegar que desconocía los detalles de la reclamación efectuada.
Este ejemplo, como muchos otros, ilustra la importancia del uso del burofax en prácticamente cualquier ámbito de la vida cotidiana, como puede ser en las relaciones empleado - empresa sin que ninguna de las partes deba interpretar mala voluntad o desconfianza en la relación, sino, más bien, interpretando que dicha comunicación sirve para reglar posibles hechos/acciones/reclamaciones que puedan suceder a corto o largo plazo, al igual que se firma un contrato entre ambas partes cuando se inicia una relación laboral, donde no se consideraría como válido el simple acuerdo verbal u otro medio no fehaciente.